domingo, 12 de junio de 2011

Cernuda de Sevilla a Mexico

Luis Cernuda Bidón (su nombre completo en la partida de nacimiento es el de Luis Mateo Bernardo José Cernuda Bidón) nace en Sevilla el 21 de septiembre de 1902, en la calle Conde de Tójar, 6 (hoy Acetres). Es el menor de la familia, pues antes habían nacido sus hermanas Amparo y Ana. Su padre, Bernardo Cernuda Bousa, era natural de Puerto Rico, aunque los abuelos paternos procedían de España. Su madre, Amparo Bidón Cuéllar, era sevillana, con ascendencia francesa por la rama materna.

El padre era militar, del cuerpo de ingenieros, y llegó a alcanzar el grado de coronel. Cernuda se cría en un ambiente pequeñoburgués, tranquilo y a la vez monótono, bajo la actitud castrense y autoritaria del padre, que mantiene en el hogar una rígida disciplina. En el poema La familia, Cernuda califica al padre de «taciturno» y a la madre de «melancólica»:

Oh padre taciturno que no le conociste
Oh madre melancólica que no le comprendiste.

Amparo Bidón y Cuéllar, madre de Cernuda. AREDestaca en el mismo poema la incomunicación, pues eran esos «Ojos que no miraban los ojos de los otros». Pero ése es un duro retrato familiar que Cernuda escribe al cabo de los años, cuando ya está él definitivamente endurecido, y quizá su infancia fue, si no feliz del todo, sí al menos segura y tranquila.

De Ocnos, especie de autobiografía en prosa poética, y de otras fuentes, se desprende que Cernuda, desde niño, fue tímido e hipersensible, con pocos amigos y con una tendencia a la soledad contemplativa y a la meditación.


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19111911

Ana y Amparo, las hermanas de Cernuda, junto a su padre (en el centro), en Sevilla, hacia 1900. AREEl interés de sus primas y hermanas por la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer y el acontecimiento del traslado de los restos del poeta posromántico desde Madrid a Sevilla en 1911 supone para Cernuda, a la temprana edad de nueve años, su primer contacto importante con la poesía.

Cernuda lee a hurtadillas, al parecer, tres tomos de Bécquer que sus primas Luisa y Brígida han prestado a sus hermanas.

19141914 -1916

Luis Cernuda hacia 1914. AREHacia 1914 la familia se traslada al nuevo domicilio en el Cuartel de Ingenieros en el Prado, en las afueras de Sevilla. Estudia el bachillerato en el colegio de los escolapios y escribe sus primeros versos a instancias de su profesor de retórica, don Antonio López. Los elogios de este maestro le crean impopularidad entre sus compañeros, lo que acentúa su tendencia a la soledad y a encerrarse en sí mismo. Por las confesiones literarias de Cernuda en Historial de un libro y en Ocnos, sabemos que, por esa época de la pubertad, su despertar a la poesía coincide o es simultáneo con su despertar sexual, y, en concreto, homosexual. Se fragua ahí la base del futuro poeta adulto que se siente diferente y marginado, lo que tendrá, sin duda, su especial proyección tanto en el terreno de la creación poética como en el de sus relaciones con los demás y en su actitud frente a la sociedad.


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19191919

Luis Cernuda junto a sus compañeros y profesores, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, tercero por la izquierda de la segunda fila («Blanco y Negro», año 33, núm. 1701, 23 de diciembre de 1923). AREEmpieza, con escaso interés, y pasando desapercibido entre sus compañeros y profesores, la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla. En las aulas conoce, como profesor de Literatura en el primer curso, a Pedro Salinas. Salinas, que estrena cátedra en Sevilla y no descubrirá a Cernuda hasta un año más tarde, cuando lea los versos de este publicados en una revista universitaria. Entre los dos nace una amistad que Cernuda declara muy beneficiosa para él, pues Salinas le recomienda leer tanto a los clásicos españoles como a los escritores franceses modernos.

En este sentido, la lectura de André Gide significará mucho para Cernuda, tanto personal como literariamente: el ejemplo de Gide (cuya vida coincide, en cierto sentido, con la de Cernuda) le permitirá reconciliarse consigo mismo.

19201920 -1924

Luis Cernuda con sus compañeros de la escuela militar de Sevilla (segundo por la derecha), hacia 1924. AREA finales de 1920 fallece su padre y le es otorgada la emancipación legal, pero sigue con su madre y con sus dos hermanas. Vivirán en una casa de la calle del Aire. Continúa estudiando, con la misma desgana, la carrera de Derecho. En 1923 ingresa en el servicio militar, y es destinado al Regimiento de Caballería de Sevilla. Uno de esos días, cuando sale a caballo con otros reclutas por los alrededores de la ciudad, tiene una especie de visión o revelación («epifanía», la podríamos llamar nosotros) que lo empuja definitivamente a la creación poética. De ahí nacen unos poemas que, según el propio Cernuda confiesa en su Historial de un libro, «ninguno sobrevive». Pero su vocación como poeta ya está definitivamente encarrilada, siempre de la mano, en esos momentos, de Pedro Salinas, lo que le permitirá entrar en contacto con otros escritores. En 1924 termina su servicio en el ejército y es por esa época cuando empieza a escribir los poemas que empezará a publicar en revistas y que configurarán su primer libro, Perfil del aire.


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19251925 -1926

«Revista de Occidente», núm. 30 (diciembre de 1925)En septiembre de 1925 termina la carrera de Derecho, que no llegará a ejercer. Incertidumbres profesionales. En octubre, por mediación de Salinas, conoce a Juan Ramón Jiménez. Publica sus primeros versos en Revista de Occidente, en diciembre de ese mismo año. Son nueve de los veintitrés poemas que conformarán Perfil del aire. Ese mismo mes hace su primer viaje a Madrid, donde se produce su primer contacto directo con los ambientes intelectuales y literarios madrileños. Conoce a Ortega, Bergamín, d’Ors y Guillermo de Torre.

De vuelta a Sevilla en enero de 1926, siguen sus indecisiones profesionales. Se habla de tres proyectos abortados: carrera diplomática, oposiciones a ayuntamientos y trabajo en el Centro de Estudios Históricos.

19271927

Luis Cernuda, «Perfil del aire», Málaga, Litoral, 1927Este año es la fecha emblemática para situar al grupo de poetas y escritores que después se conocerá como Generación del 27 y es también un año muy importante en la trayectoria literaria de Cernuda. En abril, la revista Litoral, de Málaga, dirigida por Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, le publica, como cuarto suplemento de la revista, su libro de poemas Perfil del aire. Tras la emoción de ver impreso su primer libro, Cernuda tiene que encajar, dolorosamente, las críticas hostiles que el libro genera. Se lo acusa de imitar a Jorge Guillén y —lo que más le duele— de ser poco moderno.

Cernuda reaccionará en sentido opuesto «aquello que te censuren, cultívalo, porque eso eres tú», dice en Historial, y escribe los poemas Égloga, Elegía y Oda, donde la huella de Garcilaso es más que evidente. El primero de estos poemas se publicará, ese mismo año, en la revista Carmen, de Gerardo Diego. También colabora en Verso y Prosa, la revista de Juan Guerrero Ruiz.

De derecha a izquierda: Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Federico García Lorca. AREEn diciembre se celebran en Sevilla
los actos de homenaje a Góngora, organizados por el ateneo de esta ciudad, con la presencia de los escritores —«la brillante pléyade»— recién llegados de Madrid. Cernuda participa en las veladas en un plano secundario, como espectador, pero, según algunas fuentes, en la segunda de las veladas, la del día 17, interviene indirectamente, junto a otros poetas locales, y da a leer algunos versos suyos. Pero lo más sobresaliente es que, aparte de la relación que se crea entre todos los escritores que participan en el homenaje, en esos días se conocen por primera vez Federico García Lorca y Luis Cernuda. Dice Cernuda: «Algo que yo apenas conocía o que no quería reconocer comenzó a unirnos por encima de aquella presentación un poco teatral...». Algunos creen, erróneamente, que en esas jornadas conoce también a Vicente Aleixandre.


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19281928 -1929

De izquierda a derecha: Adriano del Valle, Fernando Villalón y Luis Cernuda, en Sevilla, 1928. AREEn julio de 1928 muere la madre del poeta. Por ese motivo, y por resultarle ya demasiado agobiante el ambiente de su ciudad nativa, vende la casa de la calle del Aire y se instala en una pensión de la calle Rosario. En septiembre abandona Sevilla y pasa una corta estancia en Málaga, donde se relaciona con Altolaguirre, Prados e Hinojosa, del grupo Litoral. Después marcha a Madrid y se mueve en los ambientes literarios. Conoce a Vicente Aleixandre, a quien visita en su casa de la calle Velintonia. En noviembre parte hacia Toulouse, donde Pedro Salinas le ha conseguido un lectorado en la École Normale. En Toulouse, venciendo su natural timidez, imparte clases hasta el verano de 1929, y eso le permite realizar durante las vacaciones un viaje a París, ver cine, asistir a sesiones de jazz y leer a los poetas surrealistas franceses, influencia que se percibirá en su tercer libro, Un río, un amor, que empieza escribir por esa época y que publicará en Litoral. En junio de 1929, y tras pasar por Barcelona, vuelve a Madrid, donde fija su residencia en la calle Fuencarral.

19301930 -1936

Homenaje a la hispanista francesa Mathilde Pomès en el restaurante Buenavista (Madrid, 1931). De izquierda a derecha: Juan Guerrero Ruiz (arriba), Ángel Vegué y Goldoni, Gerardo Diego, Jaime Torres Bodet, Mathilde Pomès, Luis Cernuda, León Sánchez Cuesta, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Óscar Esplá, Claudio de Torre, José Bergamín y Pedro Salinas. AREA comienzos de 1930 comenzará a trabajar en la librería de León Sánchez Cuesta con un trabajo cómodo y bien remunerado. En Madrid sigue abriéndose paso en los círculos literarios. Reencuentro con Aleixandre y Lorca, en medio del convulso ambiente político y social de esos años. Intenta inútilmente conseguir un lectorado en Oxford, que finalmente le es concedido a Dámaso Alonso. Se acentúan en él su amargura y su resentimiento hacia el mundo que lo rodea, tal y como se percibe en su siguiente libro poético que escribe, de abril a junio de 1931, Los placeres prohibidos, y en las palabras que envía a Gerardo Diego para su antología de 1932: «La detesto [la realidad] como detesto todo lo que a ella pertenece: mis amigos, mi familia, mi país».

Cernuda con un niño de Cuéllar. «Misiones Pedagógicas», 1933. AREDe 1932 data su relación amorosa con Serafín F. Ferro, que inspira los poemas de Donde habite el olvido. No le es fácil publicar los sucesivos libros poéticos que escribe. No obstante, las publicaciones y revistas literarias le piden colaboraciones, como Héroe, dirigida por Manuel Altolaguirre, en donde aparece su célebre poema El joven marino, o como Octubre, por invitación de Rafael Alberti, creador de la revista, donde Cernuda proclama su adhesión al comunismo con un manifiesto poco convincente, sin duda por el desinterés que sentía por la política militante. Sin embargo, las simpatías del poeta por la causa republicana van más allá de las adhesiones y de los manifiestos, pues en 1934 colabora dando conferencias por los pueblos de España, con el Patronato de Misiones Pedagógicas y Culturales, institución creada por el gobierno. Publica también en el Heraldo de Madrid.

Homenaje a Cernuda (en la cabecera de la mesa) con motivo de la publicación de «La Realidad y el Deseo». Al fondo, de pie, de izquierda a derecha: Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Pablo Neruda, José Bergamín, Manuel Altolaguirre y María Teresa León. Madrid, 19 de abril de 1936. AREA fines de ese mismo año de 1934 sale a la luz Donde habite el olvido. Aunque es su quinto libro de poesía, es sólo el segundo publicado (si exceptuamos una breve antología propia que con el título de La invitación a la poesía apareció en 1933). Esa dificultad por publicar, y
el hecho de que sea prácticamente desconocido para los lectores, lo lleva a reunir todos sus libros de poesía en un solo volumen, al que pone el emblemático título de La Realidad y el Deseo. José Bergamín acepta editarlo en las ediciones del Árbol de Cruz y Raya, donde aparece el 1 de abril de 1936. El 20 de ese mismo mes, para festejar la aparición del libro, los escritores le dedican un homenaje a Cernuda en un restaurante de Madrid. Lorca, a quien le ha impresionado mucho el libro, hace la presentación. Aparecen en la prensa, sobre el libro, artículos elogiosos de Juan Ramón Jiménez y de Pedro Salinas.


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Julio de 1936-septiembre de 1947

Víctor María Cortezo (izquierda), Luis Cernuda (centro), Carmen García Lasgoity (a su izquierda) y Manuel Altolaguirre con unas amigas en Valencia, 1937Al estallar la sublevación militar contra la República, marcha a París como secretario del embajador Álvaro de Albornoz, y con la hija de éste, Concha. Regresa con ellos a Madrid en septiembre, donde participa en algunas emisiones radiofónicas y como voluntario, dentro de las milicias populares, del Batallón Alpino, en la sierra de Guadarrama.

A principios de 1937 se traslada a Valencia, donde funda, junto con Rafael Alberti, Juan Gil-Albert y otros escritores la revista Hora de España. Desde esas páginas, Cernuda le dedica a Lorca una de las más sentidas elegías que aparecieron por todo el mundo. Escribe poemas que pasarán después a Las nubes. Participa como actor en la representación de Mariana Pineda en el II Congreso Internacional de Escritores. Conoce a Octavio Paz.

«Retrato de Luis Cernuda sentado», por Gregorio Prieto (hacia 1940). Museo de la Fundación Gregorio Prieto, ValdepeñasEn febrero de 1938 sale de España para nunca más regresar. Comienza, así, la segunda época de su vida, la del exilio. Lo acompaña, hasta París, Bernabé Fernández-Canivell. Desde París pasa a Inglaterra, animado por el poeta inglés Stanley Richardson, quien le habla de la posibilidad de dar conferencias.

En Londres, donde se encuentra a disgusto al no encontrar una ocupación adecuada, Cernuda visita con frecuencia a Rafael Martínez Nadal y a otros españoles. Obtiene un puesto de tutor de los niños vascos refugiados en Oxfordshire. Viaja a París, con la intención de huir de Inglaterra y regresar a España, pero, convencido por Martínez-Nadal y su familia, regresa con ellos a Londres a fines de septiembre de 1938 y se alojará en su casa. Pronto parte para Surrey, pues, gracias a Richardson, la Cranleigh School le ofrece una ayudantía académica durante un trimestre. Después consigue un puesto de lector de español en la Universidad de Glasgow, donde se instala en enero de 1939. Escocia lo deprime, y viaja en las vacaciones estivales a Oxford. Entre 1940 y 1941 compone la primera versión del libro de prosa poética Ocnos, que aparecerá en Londres en 1942. En agosto de 1943 se traslada, también como lector, al Emmanuel College de Cambridge. En junio de 1945 termina su lectorado en Cambridge y regresa una vez más a Londres, donde trabajará como lector en el Instituto Español, dirigido por republicanos españoles en el exilio. Vive en Hyde Park Gate, en la misma casa que el pintor Gregorio Prieto. Dos años después, a primeros de septiembre de 1947, y por invitación de su amiga Concha de Albornoz, quien le ofrece un puesto como profesor en una universidad norteamericana, abandona definitivamente Inglaterra y Europa camino de América; embarca en Southampton. Durante este período ha compuesto el núcleo de poemas de la serie Como quien espera el alba y ha empezado la redacción de Vivir sin estar viviendo.


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19471947 -1963

Cernuda con la estudiante Berenice Matlowsky, en Mount Holyoke College, noviembre de 1947. ARECernuda desempeña el cargo de profesor en Mount Holyoke College, South Hadley, Mass, desde 1947 hasta 1952. Aunque se siente, por primera vez, bien remunerado, el clima lo deprime. En 1949 viaja durante las vacaciones del verano a México, país que le hace recordar su tierra natal. En ese mismo año de 1949 la revista Ínsula le publica la segunda edición de Ocnos. Durante los veranos de 1950 y 1951 sigue viajando a México. Por esa época empieza a escribir Con las horas contadas. En México, en 1951, conoce a un joven culturista llamado Salvador, que le inspira Poemas para un cuerpo.

Cernuda en México, años cincuenta. AREEstancia en Cuba entre diciembre del 51 y enero del 52, donde se relaciona con el grupo de «Orígenes». En noviembre de 1952 se traslada a México; allí vive en casa de Concha Méndez, ya separada de su esposo, Manuel Altolaguirre. En agosto-noviembre de 1955 la revista cordobesa Cántico le dedica un homenaje y en diciembre inicia sus colaboraciones en la revista malagueña Caracola. De 1954 a 1960 da clases, sin mucha convicción, sobre teatro español y francés del siglo XVII, en la Universidad Autónoma de México. Todavía regresa a Estados Unidos, en 1960; permanece allí casi tres años dando clases, lecturas poéticas y conferencias en universidades e instituciones de Los Ángeles, San Francisco, Berkeley, pero sin abandonar, entre medias, sus visitas a México.

Cernuda en el lago Arrowhead, sur de California, verano de 1960. AREEn noviembre de 1962 publica Desolación de la Quimera y en ese mismo mes la revista valenciana La Caña Gris le dedica un número-homenaje, lo que supone una revalorización de su poesía por parte de la juventud literaria. En junio de 1963 regresa a México con intención de volver a ejercer como profesor en una universidad californiana, pero los trámites previstos para el visado lo hacen desistir. Se halla, en uno de sus momentos más bajos, tanto física como espiritualmente. En el domicilio de Concha Méndez, en el amanecer del 5 de noviembre de 1963, fallece repentinamente de un ataque al corazón. Es enterrado en el Panteón Jardín de la ciudad de México.

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